Seymour Menton: El legado crítico de un lector apasionado
[1] Conocí a Seymour Menton hace unos años, en la Universidad de California, cuyos departamentos
de lenguas extranjeras contribuyó a formar. Recuerdo la emoción que me causó estrechar su
mano. En su conjunto, el trabajo crítico de Menton es una de las semblanzas más completas
y amplias de la experiencia literaria latinoamericana, escrita conforme la producción narrativa
[5] continental emergía y gradualmente encontraba lectores e interlocutores.
Por momentos, algunas de las limitaciones de la obra de Seymour (su reticencia ideológica a
ciertas prácticas, su fidelidad a la vocación pedagógica del crítico) pueden resultar evidentes
a un lector contemporáneo. Sin embargo, nuestra habilidad misma de debatir con él, de estar
en desacuerdo con sus interpretaciones, de buscar complementar sus lecturas y llevarlas más
[10] allá, fue posibilitada por su incansable compromiso de poner a la literatura latinoamericana en
el centro del debate crítico, de hacerla disponible a los lectores de Estados Unidos y América
Latina, y de mostrar que existía en ella un depósito de riqueza cultural y estética que resultaba
difícil discernir al momento de su publicación. Como norteamericano, Seymour hizo esto a
contracorriente de una gran cantidad de prejuicios en ambos lados de la división continental.
[15] En su país de origen, Menton fue uno de los primeros críticos en dar énfasis a la narrativa
latinoamericana, en una época en que la enseñanza de la literatura en lengua española estaba
fuertemente cargada hacia la literatura ibérica. Si los que trabajamos en Estados Unidos como
latinoamericanistas podemos tener un espacio de debate y consideración, se debe al hecho de
que Seymour Menton y otros de sus distinguidos contemporáneos limpiaron el terreno para
[20] poder desarrollar un campo y para poder preparar lectores de nuestra tradición.
Gracias a sus monumentales libros sobre literatura de distintos países, los lectores del
subcontinente tenemos un lugar al que podemos siempre volver a ponderar y debatir nuestras
tradiciones, desde la perspectiva que solo un extranjero enamorado de una cultura que le
pertenece por naturalización, más que por nacimiento, puede proporcionar.
[25] Creo que la triste pérdida de Seymour Menton, agregando su nombre a la lista de los que
nos han dejado en 2014, debe ser, sobre todo, una oportunidad para volver a su obra, para
reentablar con él la conversación que hemos tenido en algún tiempo.
Ignacio M. Sánchez Prado milenio.com
Creo que la triste pérdida de Seymour Menton, (l. 25)
la lista de los que nos han dejado en 2014, (l. 25-26)
En las citaciones arriba, se observa una figura de lenguaje que busca amenizar la información sobre la muerte de personalidades.
A esa figura de lenguaje se le denomina:
antítese
eufemismo
hipérbole
personificación