Medicina centrada en el paciente
Frente a la atención centrada en las enfermedades, propia de la tecno-medicina, hay quienes propugnan centrar la atención en el paciente. Esto, que desde una perspectiva científica puede parecer poco operativo, no viene a ser sino una nueva formulación del "no hay enfermedades sino enfermos", o una puesta en práctica del modelo biopsicosocial que propugna la teoría de sistemas, donde se tiene en cuenta no solo la dolencia orgánica sino cómo la vive el paciente y cómo afecta tanto a su sistema de valores como a su entorno.
El enfoque biomédico convencional ignora a la persona que padece una enfermedad. La información que el médico proporciona no es todo lo completa que debiera. El paciente suele preguntar poco al médico; un alto porcentaje de ellos se quedan con ganas de preguntar y/o no comprenden totalmente la información. La participación del paciente en la toma de decisiones es escasa. Casi el 100% de los pacientes desea que sus médicos les apoyen, les escuchen y les expliquen con claridad.
Las actuales declaraciones éticas se basan en un nuevo modelo de relación clínica que enfatiza la deliberación y participación de médico y paciente en la toma de decisiones. Por ello, la superación del modelo paternalista en la relación médico-paciente ha llevado a un nuevo punto de equilibrio caracterizado por la toma de decisiones desde la autonomía de los pacientes.
En consecuencia, el modelo del cuidado centrado en el paciente supone un cambio en los parámetros mentales del médico. En este modelo, el médico debe ceder poder al paciente, o compartir el poder, es decir, renunciar al control absoluto que tradicionalmente ha estado en las manos del profesional. La Medicina Centrada en el Paciente surge como respuesta a deficiencias generadas por un modelo reduccionista, ampliando el marco de la Medicina centrada en la Enfermedad, más que presentándole oposición. Se logra así una relación médico-paciente en la que cada cual sabe qué esperar del otro, en la que la responsabilidad se comparte (sin detrimento de la parte que le corresponde al médico en base a sus conocimientos), y se intenta generar una alianza que favorezca la salud del paciente, fin último de cualquier interacción entre ambos.
Las condiciones de una relación médico-paciente exitosa se basan principalmente en mantener una verdadera comunicación y no un mero intercambio de información. Los pacientes, como mínimo, necesitan saber que el médico ha entendido cuál es su problemática, que se les ha hecho un diagnóstico y propuesto un tratamiento acertado, y los más exigentes, quieren entender cuál es su problemática claramente y participar en la toma de decisiones sobre su salud. Tomar decisiones de forma compartida implica tener en cuenta las expectativas del paciente o, a veces, de la familia, proporcionar información actualizada según los últimos conocimientos, invitar al paciente a expresar su preferencia y verificar que ha elegido lo más adecuado para él.
Dr. Miguel Ángel Suarez Cuba Rev. Méd. La Paz v.18 n.1
A propósito del llamado modelo del cuidado centrado en el paciente, podemos afirmar que:
tan solo supone un cambio de mentalidad en el paciente.
el paciente debe asumir el control absoluto de la situación.
se trata de un modelo reduccionista en el tratamiento de las enfermedades.
a pesar de las nuevas propuestas, no responde a las deficiencias generadas por el modelo
trata de establecer una especie de alianza médico-paciente que favorezca la salud do paciente.