Leia o texto a seguir.
La lechera y el cántaro de leche
Había una vez una muchacha, cuyo padre era lechero, con un cántaro de leche en la cabeza. Caminaba ligera y dando grandes zancadas para llegar lo antes posible a la ciudad, a donde iba para vender la leche que llevaba.
Por el camino empezó a pensar lo que haría con el dinero que le darían a cambio de la leche. −Compraré un centenar de huevos. O no, mejor tres pollos. ¡Sí, compraré tres pollos!
La muchacha seguía adelante poniendo cuidado de no tropezar mientras su imaginación iba cada vez más y más lejos.
−Criaré los pollos y tendré cada vez más, y aunque aparezca por ahí el zorro y mate algunos, seguro que tengo suficientes para poder comprar un cerdo. Cebaré al cerdo y cuando esté hermoso lo revenderé a buen precio. Entonces compraré una vaca, y a su ternero también….
Pero de repente, la muchacha tropezó, el cántaro se rompió y con él se fueron la ternera, la vaca, el cerdo y los pollos.
(Disponível em: https://xn--begoacuentosdhb.es/_files/200000325-d27ffd37b6/La%20lechera%20y%20el%20c%C3%A1ntaro%20de%20leche.pdf Acesso em: 30 out. 2019).
O texto acima é uma fábula. Com frequência, nos finais das fábulas há sempre uma moral ou um ensinamento que sintetiza a história narrada.
Baseado no que você leu, a moral do texto é:
Não se deve contar com a obtenção de lucros sem antes consegui-los.
Quem segue devagar e com constância sempre alcança seus objetivos.
Não prive os outros do que não pode desfrutar.
Independente do tamanho ou da força de alguém, não se deve desprezar ninguém.
Os preguiçosos colhem o que plantam.