Lea el seguinte texto:
Hacer o no la cama: esa es la cuestión
La vida de los ácaros discurre a lo largo de aproximadamente 20 días en los que, por si no lo sabía, su principal actividad es defecar. Y lo hacen en sus lugares favoritos: colchones, almohadas, edredones, sábanas o peluches, que registran una temperatura y humedad idóneas para su supervivencia. Son da-tos de la Universidad de Kingston (Londres). Estas condiciones favorecen su reproducción aumentando el tamaño de su comunidad y haciendo la vida imposible a muchas personas que sufren asma o alergias respiratorias. Dado que la convivencia íntima con estos seres microscópicos no parece algo demasiado saludable, sería interesante conseguir que nuestra cama no les resulte un lugar tan atractivo para vivir.
Recientemente, un estudio elaborado por la mencionada universidad británica ha revelado que para ga-nar la batalla a los ácaros, lo mejor es “no hacer nada”, en otras palabras: no hacer la cama. Según Stephen Pretlove, principal autor del estudio, esta especie de arácnidos depende en gran parte de la humedad y del sudor que emanamos al dormir. Por eso, no hacer la cama y dejar que las sábanas se ventilen al aire favorece la deshidratación y posterior muerte de la comunidad microscópica.
Sin embargo, a pesar de que los resultados de la tesis británica podrían ser lo suficientemente convin-centes como para ponerse en el lado de los que no hacen la cama, el doctor Pedro Ojeda, coordinador de Comunicación de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología (SEAIC), señala: "Mientras no se dispongan de estudios de campo que, a igualdad de temperatura y humedad relativas dentro de las viviendas, comparen las poblaciones de ácaros antes y después de un período de observación razona-ble en camas hechas y sin hacer, no se puede dar como válida la recomendación británica”.
Además, aunque la solución para acabar con los ácaros fuera dejar la cama sin hacer, Ojeda nos recu-erda: "Los dos grupos de alérgenos inductores de alergia respiratoria a los ácaros pertenecen a las pro-teínas del citoesqueleto (el caparazón de los ácaros) y a las proteínas digestivas contenidas en las de-yecciones o excrementos de los mismos, las cuales seguirán presentes en colchones y almohadones, incluso después de su muerte. Por tanto, desde la SEIAC ponemos en duda que esta medida pueda er-radicar alergias”.
Fuente: <http://elpais.com/elpais/2014/11/21/buenavida/1416565467_300534.html>.
Analise las afirmativas según el texto.
I. Además de seguiren defecando, los ácaros tienen su ciclo de vida en media de 20 días.
II. Las personas que sufren asma o alergias respiratorias tienen una convivência íntima con los ácaros.
III. Hay estudios que apuntan que el hábito de hacer la cama y dejar que las sábanas se ventilen al aire favorece la deshidratación y posterior muerte de la comunidad microscópica.
IV. El doctor Pedro Ojeda de la SEIAC pone en duda que la solución para acabar con los ácaros es de-jar la cama sin hacer.
Están de acuerdo con el texto las informaciones:
Solamente III y IV.
Solamente I y IV.
Solamente I, II y IV.
Solamente II y IV.
Solamente I, III y IV.