LA UTOPÍA DE FOURIER
Charles Fourier (1772-1837)
En la cooperativa utópica no habría salarios sino dividendos, pero algunos serían más iguales que otros. Seguiría habiendo ricos y pobres, con distintas obligaciones. Comparemos la jornada de un pobre y la de un rico.
El pobre Lucas desayunaba a las 7:00, después de haber trabajado más de tres horas en las caballerizas y los jardines. De allí hasta la hora del almuerzo se desempeñaba en el campo como segador, en la huerta y en el tambo. Por la tarde trabajaba como hachero, en el taller artesanal y regando la huerta. Cena a las 20:30, a la cama a las 22 y, tras cinco horas de sueño reparador, ¡a trabajar! El rico Mondor se levantaba a la misma hora, pero, tras charlar un rato con los amigos, comía algo, y le dedicaba una hora a la caza y otra a la pesca. A las 8:00 desayunaba y leía los diarios. Antes de ir a misa (al parecer, los pobres no iban) pasaba una hora en el invernadero, cuidando los faisanes u ordenando la biblioteca. A la tarde, asistía al invernadero, al cultivo de plantas exóticas y a los viveros, tomaba una merienda en el campo e iba a la feria a intercambiar productos. Después de la cena, una hora de baile, concierto o espectáculos. Como no estaba tan cansado como Lucas, dormía apenas tres horas. Pertenecer tiene sus privilegios...
Basta pensar en los tiempos (una hora para ir y venir del campo, que dejaba apenas algunos minutos para el trabajo productivo) para ver que esos planes eran imposibles de cumplir y probablemente nadie lo intentó. Ni siquiera los ricos tendrían tiempo de disfrutar de lo que hacían, porque el ocio sería el peor de los pecados. Por lo visto, algunos autores han sido agraciados por la historia con una fama un tanto exagerada. Quizá porque nadie se toma el trabajo de volver a leerlos.
CAPANNA, Pablo. La utopía de Fourier. Disponível em: <http://www.pagina12.com.ar>. Acesso em: 6 nov. 2010. [Texto adaptado]
En la cooperativa utópica de Fourier, los individuos
asumirían unas obligaciones comunes.
cobrarían unos sueldos idénticos.
se someterían a trabajos forzados.
prescindirían de jerarquías sociales.
estarían clasificados por su riqueza.