El Dengue y La Corrupción
Ciudades y continentes del primer mundo tuvieron que pasar por peores pestes, enfermedades, calamidades, etc. no sólo para darse cuenta de su ignorancia, falta de higiene, pulcritud, etc., sino más bien para darse cuenta de la necesidad de organizarse solidariamente para evitar, combatir y prevenir no solamente los males del cuerpo, sino los males del alma, de la sociedad misma. La organización ciudadana, la conciencia de conjunto, la defensa de los intereses comunes y hasta la misma definición de lo que es, o lo que no es, de interés común, necesita tiempo, motivación, liderazgo y proyección histórica. Y se traduce en la cultura de un pueblo o nación.
El dengue llegó con furia al Paraguay, así como anteriormente llegó el cólera. Pero hablemos del dengue... del dengue político o politiquero. Si combatiéramos todos juntos, en alerta roja, con todas las armas de la sociedad, contra el dengue de la corrupción, no sólo estaríamos limpiando floreros, cubiertas desechadas, vasijas, latas, botellas, etc., donde se podría reproducir el famoso Aedes Aegypti, sino estaríamos combatiendo todo criadero de corrupción, y allí sí, tendría fuerza y valor lo que se dio en llamar el Poder Ciudadano. [...]
El dengue de la corrupción se multiplica cuando otros Aedes Aegypti pican a los ya infectados, sacándoles la sangre y trasladando a otros la peste de la corruptela y así per secula seculorum. Aquí nunca se tomó en serio la lucha contra la corrupción. Apenas se asustaron algunos mosquitos, más con fuegos pirotécnicos que con potentes acciones que digan "no" a la impunidad. El amiguismo, el correligionarismo y las roscas corruptas, permiten la corrupción y crean y mantienen verdaderas estructuras de corrupción e impunidad. Más por esto que por convicción ideológica, es que gran parte de la ciudadanía pide las privatizaciones, como una esperanza para iniciar la lucha contra la corrupción y una de sus fuentes. Porque en las instituciones de servicio público o estatales, existen enormes Aedes Aegypti que ligan todas las grande licitaciones, los sueldazos y compras directas a amigos y amigotes. Se dijo que la figura de la Vicepresidencia era un “florero”. ¿No será otro nido de dengue?
SANABRIA, Anibal Romero. Más Paraguayo que la Mandioca. Asunción: Editorial El Lector, 2007. p.150.
Según el texto, indique si las afirmativas son verdaderas (V) o falsas (F):
I. El dengue y el cólera han llegado concomitantemente al Paraguay.
II. La corrupción es una enfermedad anhelada.
III. Las roscas corruptas destruyen el mosquito.
IV. El autor alaba a la pulcritud de la clase política.
V. La definición de lo que es y de lo que no es interés común no se logra en poco tiempo.
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